Me encanta preparar dulces tradicionales, el olor a aceite frito con cáscara de limón me recuerda a los días que pasábamos en el campo de mis abuelos haciendo roscos. Esa masa tan rica que me gustaba comerla hasta cruda.
En casa los buñuelos no son un dulce que se haya preparado mucho, hemos sido más de pestiños, de rosas, de roscos… Pero cuando los preparé por primera vez me enamoré de ellos.
Los buñuelos de vientos no son otra cosa que una masa choux, la misma con la que se preparan los profiteroles o eclairs. Esta masa tiene una peculiaridad y es que mezcla ingredientes cocinados como la harina con ingredientes crudos como es huevo, así que es una receta que requiere de dos cocciones o dos procesos principales, una en la que se prepara el engrudo, y otra en la que finalmente la masa (ya mezclada junto al huevo) se fríe.
Este proceso claramente nos hace ver y demuestra lo importante que es la física y la química en cocina. El engrudo (la masa de leche o agua con harina cocinada) nos ayuda a que la masa sea pegajosa y agarre como si se tratase de un globo el vapor de agua que se va a generar por las altas temperaturas, esto hace que se infle, y al mismo tiempo el huevo se va cocinando y va sellando la masa para que guarde su forma. La masa sigue cocinándose, hasta que finalmente queda tan poca agua en su interior que se seca y es por ello que no se desinfla.
Estas masas crecen gracias al vapor de agua, como ocurre con los churros. Antiguamente ni a los churros ni a los buñuelos se le ponían levadura química, en cambio ahora veo mucha recetas que la llevan para ayudar a que crezcan más. Mi receta es sin levadura, pero puedes ponerle un poquito de forma opcional para que te asegures que crecen bien.
Los rellenos varían mucho, desde ganaches de los diferentes chocolates, con pralinés, con crema pastelera, con nata, mascarpone…  Yo hoy te traigo un relleno que sabe a Kinder bueno, que no es otra cosa que una ganache de chocolate blanco con avellanas.

RECETA DE BUÑUELOS DE VIENTO

INGREDIENTES:

Para la masa choux:

  • 160 g de Harina de trigo de uso común
  • 125 g de Leche
  • 125 g de Agua
  • 100 g de Mantequilla
  • 212 g de Huevo
  • 3 g de Sal
  • 5 g de Azúcar
  • Una pizca de levadura química (opc)
  • Aceite de girasol para freír.

Para el relleno de kinder bueno:

  • 200 g de chocolate blanco
  • 250-300 g de nata
  • 100 g de pasta de avellanas tostadas*

ELABORACIÓN:

Para la elaboración de los buñuelos:

  1. Pon en un cazo a calentar la leche, el agua, la mantequilla, la sal y el azúcar.
  2. Tamiza la harina junto a la levadura si le vas a poner.
  3. Agrega de golpe la harina a la mezcla de leche, mantequilla y agua una vez que esté hirviendo y mueve enérgicamente hasta que la harina quede bien hidratada.
  4. Sigue cocinando hasta que se forme una pasta densa. Debes asegurarte de que toda la harina se cocine, así que ten paciencia. Si en el fondo del cazo se te forma una capa de masa pegada no te asustes, es totalmente normal.
  5. Aparta del fuego y deja enfriar. Puedes enfriarlo directamente con una batidora de varillas para acelerar el proceso.
  6. Una vez que la mezcla esté templada y ya no queme, agrega los huevos uno a uno muientras los vas batiendo. Puedes hacerlo con una pala de madera o incluso una espátula de silicona, pero asegúrate de que la masa queda bien homogénea y suave.
  7. Calienta aceite de girasol. Debes ponerlo a una temperatura baja, a unos 160ºC o así, si no, los buñuelos se dorarán antes de haberse secado en su interior y no crecerán todo lo que deberían.
  8. Con ayuda de dos cucharitas coge trocitos de masa pequeñitos y échalos al aceite con cuidado. Deja espacio entre ellos, así ellos solos darán la vuelta cuando lo necesiten Sí, es muy curioso, pero dan la vuelta solos.
  9. Déjalos dorar como decía a fuego bajito, y cuando los saques pásalos por una mezcla de azúcar y canela o las especias que desees.

Para la elaboración del relleno:

  1. Pon la nata a calentar y cuando hierva, aparta del fuego y ponle el chocolate troceado.
  2. Pasados unos segundos mueve y mezcla bien hasta que se forme una crema homogénea. Métela en el congelador o en el frigorífico dependiendo del tiempo que tengas. Lo suyo sería de un día para otro pues la crema debe estar bien fría.
  3. Una vez fría, añádele la pasta de avellanas y con unas varillas móntalo como si fuese nata montada.
  4. Rellena una manga pastelera y rellena los buñuelos.
  5. Y …ala! A disfrutar!
*La pasta de avellanas se hace triturando en un procesador de alimentos las avellanas hasta que la fricción y el calor haga que se convierta en una crema. Esta crema puedes conservarla a temperatura ambiente en un bote hermético durante bastante tiempo.

 

Gastronomía y fotografía. Maestra y cocinera FLIPÁ de profesión.

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Holaaaa, muy pronto tendre esta parte terminada