Speculoos belgas, galletas impresas especiadas de navidad
Dicen que estas galletas navideñas tienen su origen en Bélgica, aunque hay varias teorías al respecto. Por ahora me quedo con que fue Antonie Deplée quién en 1870 presenta una patente para la para la creación de los speculoos.
Por lo visto, las especias utilizadas llegaron a través de los países bajos gracias a los romanos.
En aquella época conseguir tanta cantidad de especias no era fácil, y es por ellos que durante bastante tiempo comer speculoos con té era considerado como un lujo.
Cada cocinero tiene su secreto, sus proporciones con respecto a las especias y sus especias secretas…
Otro aspecto importante es el tema del azúcar moreno en la masa, puesto a que el azúcar que usaban era azúcar «vergeoise», un azúcar menos refinada que proviene de la remolacha (sistema de obtener azúcar en Europa). Por lo visto es un azúcar también de un tono más oscuro y del que se obtienen otros aromas a caramelo tostado, yo sinceramente nunca lo he probado, y si lo he hecho no he sido consciente.
A día de hoy las galletas speculoos se hacen con el azúcar moreno que encontramos más fácilmente.
Además, estas galletas se caracterizan por hacerse en moldes donde se representan escenas y motivos navideños.
En mi caso he usado, en lugar de un molde, un rodillo que imprime formas en las masas. Lo malo que tienen este tipo de impresiones es que no son muy profunda y que en el horneado pueden perderse los dibujos.
Es por ello que tuve que hacer varias pruebas hasta conseguir que la masa no creciese demasiado y me aguantase más la forma.
Te dejo aquí la receta con todo mi cariño, hoy es 24 de diciembre, y aquí ando escribiéndote esto mientras se terminar de hornear la tarta de chocolate que nos comeremos esta noche buena, feliz navidad para ti y los tuyos.
INGREDIENTES:
250 g de harina de trigo de todo uso
90-100 g de mantequilla fría
120 g de azúcar moreno
40 g de leche
10 g de canela molida (2 cdtas)
5 g de jengibre molido (1 cdta)
2 g de nuez moscada molida (1/4 de cdta)
2 g de pimienta de jamaica molida (si no tienes puedes poner de la normal (1/4 cdta)
2 g de clavo molido (1/4 cdta)
2 g de coriandro molido (semillas de cilantro) (1/4 cdta)
2 g de sal
1/2 cdta de levadura química
ELABORACIÓN:
- Mezcla en un procesador de alimentos la mantequilla, la harina, la sal, las especias y el azúcar moreno.
- Una vez que esté todo bien homogéneo agrega la leche y continua mezclando.
- Pon la masa sobre papel film, extiéndela un poco (como unos 2cm de grosor) y envuélvela hasta que esté totalmente hermética.
- Llévala a la nevera hasta que adquiera de nuevo algo más de cuerpo (puedes dejarla de un día para otro en la nevera, incluso así se potencia el sabor de las especias)
- Pasado unos 15 minutos, extiende la masa con ayuda de un papel vegetal y un rodillo, pasa el rodillo de impresión ejerciendo un poco de presión y con ayuda de un cortante dale forma de galletas. Ponlas en la bandeja de horno sobre un papel vegetal y llévala a la nevera unos 15 minutos antes de hornearla (mientras precalienta el horno)
- Sigue así con el resto de la masa, con estas cantidades pueden salirte alrededor de unas 30 galletas
- Hornea durante 15 minutos y con ayuda de una espátula de galletas ponlas sobre una rejilla a enfriar.
- Una vez frías, consérvalas en latas o botes herméticos.
l colorante en pasta.
5. Agrega poco a poco los ingredientes secos intercalándolos con la leche, que deberá quedar cortada por el limón, buttermilk). Asegúrate de que la masa tiene el color exacto que quieres conseguir y pon un poco más de colorante si es necesario.
6. Rellena los dos moldes y hornea unos 40-45 minutos (dependiendo de tu horno). Introduce un palillo en el bizcocho pasado el tiempo para asegurarte que está cocido. Una vez listo, sácalos del horno, deja unos minutitos que se enfríe el molde para poder desmoldarlo y enfría el bizcocho sobre una rejilla durante unos minutos e introduce en la nevera para acelerar su enfriado para poder montar la tarta.
Para el almíbar:
Mezcla los ingredientes y muévelo hasta que quede el azúcar totalmente disuelta.
Para la crema de queso:
Tamiza el azúcar glas y mezcla con la mantequilla que debe estar pomada. La mantequilla está pomada cuando está totalmente maleable pero no hasta el punto de estar fundida. En verano, si dejamos la mantequilla fuera de la nevera un rato antes de preparar la tarta se poma fácilmente, pero en invierno a veces es necesario introducirla unos segundos en el microondas en modo descongelación para ponerla blandita, siempre con cuidado de no derretirla.
Una vez mezcladas, pon el queso crema y bate hasta que la crema obtenga cuerpo.
Montaje de la tarta:
Una vez que los bizcochos estén fríos, córtalos por la mitad con ayuda de una lira o un cuchillo para conseguir 4 capas de bizcocho . Con ayuda de una brocha, moja levemente el bizcocho con el almíbar de vainilla, úntalo de crema y pon otra capa de bizcocho encima hasta terminar.
Una vez terminadas las capas, unta la de arriba para obtener una tarta desnuda (naked cake) o cubre todo el exterior con la ayuda de una espátula si lo prefieres.
Yo en el caso de la foto, teñí la parte de la crema con la que unté el bizcocho con el colorante en pasta, pero la forma más común de presentar esta tarta es con una crema blanca.
Guarda la tarta en la nevera hasta unos 5-6 días. Si no vas a comerla en esos días congélala sin problemas y estará exactamente igual, eso sí, para descongelarla, métela directamente en el frigorífico el día antes de consumirla para que se descongele poco a poco.
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